4 de junio de 2013

Recuerdos intensos

Las medias se deslizaban suavemente a lo largo de sus tersas y firmes piernas, la falda caía suavemente sobre sus excelsas caderas, esa bella camisa blanca de lino cubría esos turgentes pechos encerrados, deseosos de salir a la luz, con esos enhiestos pezones clamando libertad. Su pelo castaño, largo y voluminoso, emanaba un aroma a rosas que penetraba en el ambiente, creando un espacio que llamaba a la lujuria mas intenta, sus carnosos labios recién pintados de carmin, ardian como las llamas del infierno, eran capaces de derretir el hielo con solo acercarse. Ella sabia que era una diosa, por encima de muchas, superior en belleza, con un atractivo que muchas querrian, su inteligencia y perspicacia la convertían en una mujer hecha a la altura de pocos, aun así, ella nunca olvidaba que había alguien que estaba muy por encima de ella, que conseguia que, con una sola mirada, se abajase y desea se besar sus pies con una locura inhumana, ella nunca olvidaba que le pertenecía a El.

Cada vez que recordaba sus inmensos ojos verdes en los cuales veía reflejadas cada una de sus lágrimas; cada vez que recordaba su sonrisa embriagadora con esos dientes que se clavaban en su piel como cuchillas afiladad y penetrantes, como si el mismísimo angel Gabriel se hubiese dignado a bajar del cielo para acuchillarla propinandole un dolor glorioso; cada vez que recordaba su pechos, firme y suave, rudo y cálido, en el cual dormía acurrucada despues de inundarse de sensaciones increíbles; cada vez que sentia sus expertas manos, juguetonas y a la vez autoritarias, buscando provocar placer en cada uno de sus poros; cada vez que pasaba por sus papilas olfativas el inmenso olor de su sexo, y se veía a ella engullendo con sumo placer el jugo de vida que emanaba de el; cada vez que su cuerpo se estremecia bajo sus pies, esos que eran adora dos cada día un poco mas; cada vez que El inundaba su mente y sus recuerdos... ya era demasiadi tarde.

Sus manos se afanaban en buscar la fuente de la que manaba ese fluido que inundaba sus muslos, ella agradecía haber obedecido sus mandatos y haber obviadi la ropa interior, su mano derecha trabajaba entre sus piernas mientras la izquierda liberaba sus oprimidos pezones para jugar con ellos incansablemente. Los jadeos aumentaban, el sudor perlaba su frente, las sensaciones la colmaban, ella se dejaba llevar por su recuerdo, por su piel impregnada de El... y el mundo desaparecio. Se dejo caer en la cama, a sus espaldas, satisfecha, colmada, pero con muchas mas ganas de El. Cayo dormida en un suave letargo, lo que no imaginaba es que iba a despertar con la cara de El pegada a la suya, robandole un beso, reclamando a su muñeca, esa a la que tantas ganas tenia de llenar con su miembro erecto...

1 comentario:

  1. Pfffffffffffffffffff, sin palabras y eso en mi cuesta....genial, piel de pollo.

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