31 de marzo de 2013

TU


Me despierto, estoy sobre una cama, mullida, muy cómoda, estoy tan a gusto que me voy a dormir de nuevo, pero... Hay algo que no encaja. Intento estirarme y desentumecerme, no puedo, tengo los brazos y las piernas estirados y no puedo moverlos... Estoy atada. Por la posición, supongo que estoy atada a los barrotes de la cama. Suspiro y me doy cuenta de que tengo algo metido en la boca y el suspiro no encuentra salida, doy cuenta de la cinta que rodea mi boca y da varias vueltas alrededor de mi cabeza. Intento abrir los ojos desesperadamente, un pequeño antifaz me impide ver. Terror. Empiezo a contraerme, a tirar de las ataduras, a luchar contra la cinta, me arqueo, gimo, aumenta mi respiración. Un golpe de aire que entra desde la ventana azota mi cuerpo, y, para mayor desesperación mía, mi piel se eriza a lo largo de todo el cuerpo dejándome sentir que me hallo totalmente desnuda. Un débil lloriqueo me inunda, ¿dónde estoy? Y, para enloquecer por completo, ¿quién ha hecho esto?... Y parece que ese alguien me lee la mente, a escasos segundos oigo unos pasos, dando pequeños rodeos alrededor de la cama, me está mirando, me está observando, soy su víctima... Me concentro en el sonido, atenúo mi respiración... Silencio... De ese que puede hacer enloquecer... De ese que, insospechado, trae misterio en su interior... De ese que delata la humedad que empieza a brotar de entre mis piernas... Mis sentidos se agudizan al máximo, a través del olfato percibo un aroma familiar, un aroma fresco, suave... Mis músculos se relajan de inmediato, se calma mi respiración, rio en mi interior, me contoneo, te llamo con mi cuerpo... Eres TÚ... Mi vida, mi canción, mi sentido, mi redención, mi Amo...