25 de agosto de 2013

No sabes cuánto te he querido

"Olvidarte es saber que no hay forma, ahora tengo que aprender a desnombrarte con los ojos más que con la boca. Sigues siendo el dueño del gigante que se esconde en mi silencio.

Y no sabes que aún cocino para ti, y no sabes que dibujo tu perfil con las frases que hace tiempo te escribí, con las frases que ahora estallan junto a mi. Y no sabes que no debes sonreír, no me abrazes, que no sabré salir de los besos que en el fondo no me das, de este fuego que me alumbra cuándo no estas.

Has cambiado mi forma de mirar, has cambiado el sentido de las calles, caminar sin ti no es del todo andar, has llenado los semáforos de sangre. No me moriré, pero ya verás cómo no sabré esquivar los vientos que te nombran, no me cansaré de pensar que estás a mi lado, pero no como una sombra."

No sabes cuanto te he querido, ni sabes cuánto te querré, pero eso ya da igual, porque este querer vivirá en mi corazón hasta el fin de mis días.

Sólo tú aunque tu no me quieras.

4 de junio de 2013

Recuerdos intensos

Las medias se deslizaban suavemente a lo largo de sus tersas y firmes piernas, la falda caía suavemente sobre sus excelsas caderas, esa bella camisa blanca de lino cubría esos turgentes pechos encerrados, deseosos de salir a la luz, con esos enhiestos pezones clamando libertad. Su pelo castaño, largo y voluminoso, emanaba un aroma a rosas que penetraba en el ambiente, creando un espacio que llamaba a la lujuria mas intenta, sus carnosos labios recién pintados de carmin, ardian como las llamas del infierno, eran capaces de derretir el hielo con solo acercarse. Ella sabia que era una diosa, por encima de muchas, superior en belleza, con un atractivo que muchas querrian, su inteligencia y perspicacia la convertían en una mujer hecha a la altura de pocos, aun así, ella nunca olvidaba que había alguien que estaba muy por encima de ella, que conseguia que, con una sola mirada, se abajase y desea se besar sus pies con una locura inhumana, ella nunca olvidaba que le pertenecía a El.

Cada vez que recordaba sus inmensos ojos verdes en los cuales veía reflejadas cada una de sus lágrimas; cada vez que recordaba su sonrisa embriagadora con esos dientes que se clavaban en su piel como cuchillas afiladad y penetrantes, como si el mismísimo angel Gabriel se hubiese dignado a bajar del cielo para acuchillarla propinandole un dolor glorioso; cada vez que recordaba su pechos, firme y suave, rudo y cálido, en el cual dormía acurrucada despues de inundarse de sensaciones increíbles; cada vez que sentia sus expertas manos, juguetonas y a la vez autoritarias, buscando provocar placer en cada uno de sus poros; cada vez que pasaba por sus papilas olfativas el inmenso olor de su sexo, y se veía a ella engullendo con sumo placer el jugo de vida que emanaba de el; cada vez que su cuerpo se estremecia bajo sus pies, esos que eran adora dos cada día un poco mas; cada vez que El inundaba su mente y sus recuerdos... ya era demasiadi tarde.

Sus manos se afanaban en buscar la fuente de la que manaba ese fluido que inundaba sus muslos, ella agradecía haber obedecido sus mandatos y haber obviadi la ropa interior, su mano derecha trabajaba entre sus piernas mientras la izquierda liberaba sus oprimidos pezones para jugar con ellos incansablemente. Los jadeos aumentaban, el sudor perlaba su frente, las sensaciones la colmaban, ella se dejaba llevar por su recuerdo, por su piel impregnada de El... y el mundo desaparecio. Se dejo caer en la cama, a sus espaldas, satisfecha, colmada, pero con muchas mas ganas de El. Cayo dormida en un suave letargo, lo que no imaginaba es que iba a despertar con la cara de El pegada a la suya, robandole un beso, reclamando a su muñeca, esa a la que tantas ganas tenia de llenar con su miembro erecto...

31 de marzo de 2013

TU


Me despierto, estoy sobre una cama, mullida, muy cómoda, estoy tan a gusto que me voy a dormir de nuevo, pero... Hay algo que no encaja. Intento estirarme y desentumecerme, no puedo, tengo los brazos y las piernas estirados y no puedo moverlos... Estoy atada. Por la posición, supongo que estoy atada a los barrotes de la cama. Suspiro y me doy cuenta de que tengo algo metido en la boca y el suspiro no encuentra salida, doy cuenta de la cinta que rodea mi boca y da varias vueltas alrededor de mi cabeza. Intento abrir los ojos desesperadamente, un pequeño antifaz me impide ver. Terror. Empiezo a contraerme, a tirar de las ataduras, a luchar contra la cinta, me arqueo, gimo, aumenta mi respiración. Un golpe de aire que entra desde la ventana azota mi cuerpo, y, para mayor desesperación mía, mi piel se eriza a lo largo de todo el cuerpo dejándome sentir que me hallo totalmente desnuda. Un débil lloriqueo me inunda, ¿dónde estoy? Y, para enloquecer por completo, ¿quién ha hecho esto?... Y parece que ese alguien me lee la mente, a escasos segundos oigo unos pasos, dando pequeños rodeos alrededor de la cama, me está mirando, me está observando, soy su víctima... Me concentro en el sonido, atenúo mi respiración... Silencio... De ese que puede hacer enloquecer... De ese que, insospechado, trae misterio en su interior... De ese que delata la humedad que empieza a brotar de entre mis piernas... Mis sentidos se agudizan al máximo, a través del olfato percibo un aroma familiar, un aroma fresco, suave... Mis músculos se relajan de inmediato, se calma mi respiración, rio en mi interior, me contoneo, te llamo con mi cuerpo... Eres TÚ... Mi vida, mi canción, mi sentido, mi redención, mi Amo...